Actualmente, la principal causa de atascos en las tuberías es la costumbre tan común como perjudicial de usar el inodoro como papelera. Es algo que todos hemos hecho en algún momento, sin ser conscientes de los graves problemas que esto puede ocasionar en la red de saneamiento. Ciertos residuos como las toallitas higiénicas atascan las redes de saneamiento urbano provocando importantes averías que suponen, además de un coste económico, graves problemas medioambientales.
Qué NO debemos hacer
Eliminar residuos inadecuados por el inodoro no solo puede producir atascos y averías en la red de saneamiento, sino que además provocan un gasto inútil de agua. Pero además, existe un riesgo mayor ya que hay una serie de productos o sustancias que, por su especial peligrosidad y riesgo dentro de las tuberías, no deberían eliminarse en ningún caso por el inodoro:
Toallitas higiénicas, pañales, algodones y bastoncillos: están formados por compactación de fibras de material no biodegradable, que al tirarlos por el inodoro se separan y vuelven a unirse creando grandes madejas y amasijos que obturan las tuberías y no pasan por los filtros y bombas de los sistemas de saneamiento.
A pesar de que en muchas ocasiones sus fabricantes los presentan como productos respetuosos con el medio ambiente por estar fabricados con materias primas orgánicas, generan importantes atascos y daños en los sistemas hidráulicos de la red de saneamiento. Es tal el gasto anual en desatascos que generan, que varias Administraciones Públicas han prohibido su utilización.
Medicinas y cosméticos: No los deseches nunca por el inodoro. Lo adecuado es depositarlos en los puntos SIGRE de farmacias y hospitales, así evitarás que puedan contaminarse las aguas subterráneas y la vida que pueda existir en ellas.
Aceites domésticos: Por cada litro de aceite que se vierte a la red de saneamiento se contaminan 1.000 litros de agua que alcanzan la depuradora. Estos aceites al ser vertidos por el desagüe provocan unas bolas de grasa que atascan los colectores dificultando la salida de los gases y dando lugar a los malos olores en las ciudades. Lo adecuado es verterlo en botellas de plástico y depositarlas en los contenedores indicados para el reciclaje de aceite doméstico, o en su defecto al lado del resto de contenedores de reciclaje orgánico.
Pinturas y disolventes: Es cierto que en muchas ciudades los Puntos Verdes no cuentan con la catalogación de gestores de residuo peligroso, razón por la cual optamos por verter por el inodoro o el desagüe estos restos. Pero debemos saber que las sustancias químicas que forman estos productos hace que sean muy tóxicos al verterlos de forma directa a la red de saneamiento.
Nadie es consciente de las consecuencias medioambientales negativas de eliminar lo que no se debe por el inodoro. Siempre pensamos que “por tirar una toallita no pasa nada” sin caer en la cuenta que somos millones de personas pensando lo mismo…y al final sí pasa.