La red de alcantarillado soporta una serie de factores que, con el paso del tiempo, acaban por deteriorar y acortar la vida útil de las tuberías. Por este motivo, es necesario realizar revisiones periódicas y proceder a su cambio o rehabilitación para evitar mayores complicaciones.
La abrasión interna o erosión producida en el interior del tubo por los componentes de las aguas residuales y la corrosión del agua que circula por las tuberías son dos de los principales factores a tener en cuenta en el deterioro de la red de alcantarillado.
Otros como el crecimiento de raíces o los daños producidos como consecuencia de otras obras son elementos determinantes para acortar la vida útil de las tuberías.
Además, el peso del terreno provoca que se deforme la estructura y mine su resistencia, produciendo alteraciones en la morfología circular de la sección que provocan la disminución de la capacidad hidráulica.
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