Las enfermedades transmitidas por por el agua contaminada, tienen su origen en la contaminación de los sistemas de agua potable con la orina y heces de animales y personas infectadas. En países en vías de desarrollo las enfermedades por agua contaminada transmitidas son la causa principal de muerte infantil. Como empresa de pocería en Madrid, te damos algunos detalles de ello:
La relación agua-salud adquiere una importante dimensión en estos países, ya que según el informe de la OMS de 2015, unos 663 millones de personas en todo el mundo no disponen de acceso a fuentes de agua potable mejoradas y otros 2.400 millones no tienen aún un sistema de saneamiento adecuado y practican la defecación al aire libre.
Enfermedades transmitidas por el agua
Estas son algunas de las enfermedades transmitidas por el agua más habituales. Aunque de la mayoría ya habrás oído hablar, seguro que hay otras que te van a sorprender.
Diarrea
La diarrea está ocasionada por una variedad de gérmenes, entre ellos los virus, las bacterias y los protozoos. Sus síntomas son la eliminación de heces acuosas lo que provoca la pérdida de líquidos y electrolitos, que pueden provocar deshidratación y, en algunos casos causar la muerte.
Según Unicef, cada año 1,8 millones de personas mueren a causa de esa enfermedad, de los cuales más del 90% (1,6 millones) son niños menores de cinco años. De igual manera, estos menores al sufrir episodios repetidos de diarrea quedan en estado de mayor vulnerabilidad ante la desnutrición y otras enfermedades.
En la actualidad la diarrea se ha convertido en el problema de salud pública al ser una de las enfermedades transmitidas por el agua de mayor incidencia y al estar directamente relacionada con las deficiencias en materia de agua y saneamiento.
Envenenamiento con arsénico
La exposición de millones de personas a la intoxicación por arsénico preocupa a países como Argentina, Chile, China, India, México, Tailandia e incluso EE.UU.
Generalmente es debido a la utilización de reservas de agua contaminada, proveniente por lo general de fuentes naturales, porque carecen de otra alternativa para conseguir agua pura.
La exposición prolongada a bajas concentraciones de arsénico en el agua que se bebe causa queratosis (lesiones duras en la piel) y puede derivar en casos de cáncer de piel, de pulmón, de vejiga y de riñón.
Cólera
El cólera es una enfermedad infecto-contagiosa intestinal aguda, que causa numerosos episodios de diarrea, que pueden derivar en deshidratación aguda. Aproximadamente 1 de cada 20 personas infectadas puede tener la enfermedad en estado grave, y provocar su muerte si no se trata de inmediato.
El cólera es endémico en más de 50 países y ha producido varias epidemias de alcance mundial a lo largo de la historia. Desde 1817, siete pandemias de cólera se han extendido desde Asia al resto del mundo. La última de ellas ocurrió el año 1961 y afectó entre 3 y 5 millones de personas por año, muriendo alrededor de 120.000 personas.
El suministro de agua potable y el saneamiento son medidas decisivas para reducir las repercusiones del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua, además de las vacunas orales.
Fluorosis
La fluorosis esquelética es una enfermedad grave de los huesos causada por una alta concentración natural de fluoruro en las aguas subterráneas. La ingestión a largo plazo de grandes cantidades puede provocar problemas severos en el esqueleto. Los síntomas tempranos de flurorosis esquelética incluyen rigidez y dolor de las articulaciones.
Se desconoce cuál es el número total de personas afectadas, pero según cálculos moderados se trataría de varias decenas de millones.
Dracunculiasis
Esta enfermedad se contrae al beber agua contaminada con larvas de dracunculus medinensis. Al madurar, las larvas se transforman en parásitos adultos de gran tamaño (hasta un metro de largo.) Aproximadamente un año después de que la infección comienze, la lombriz crea una ampolla en la piel del huésped humano, usualmente en la pierna o pie, por donde sale al exterior provocando un dolor intenso durante el trayecto de salida.
En la actualidad, la incidencia de esta enfermedad está descendiendo a un ritmo estable gracias a una iniciativa internacional concertada.
Parásitos intestinales
Los parásitos son microorganismos que se alimentan de otro organismo vivo (huésped), en el cual viven y del cual se aprovechan. Para poder vivir y multiplicarse, se alimentan de sus nutrientes y energía.
Los parásitos intestinales (también conocidos como helmintos) infectan a las personas que entran en contacto con suelos contaminados con heces de un ser humano, o a quienes consumen alimentos contaminados. Afectan a más del 10% de la población en los países en desarrollo y, según sea la gravedad de la infección, pueden causar desnutrición, anemia o retrasos en el crecimiento.
Alrededor de 400 millones de menores en edad escolar están infectados por algún tipo de parásito, incluso se calcula que afectan a una cuarta parte de la población mundial.
Esquistosomiasis
La esquistosomiasis o bilharziasis es una enfermedad causada por parásitos. Estos parásitos y sus huevos se alojan en ciertos tipos de caracoles de agua dulce, directamente en el agua o en los seres humanos. El contagio se produce cuando los parásitos penetran la piel de las personas que están bañándose o lavando en fuentes de agua contaminadas.
Es relativamente común en los países en vías de desarrollo, especialmente en África; aunque su tasa de mortalidad es baja, la esquistosomiasis es altamente incapacitante debido a las fiebres con que se manifiestan. Además pueden provocar infecciones que, a la larga, dañan el hígado, los intestinos, los pulmones y la vejiga.
Las investigaciones han revelado que el suministro de agua y servicios de saneamiento adecuados disminuye el contacto con las superficies de agua contaminadas y así podría reducir las tasas de infección en 77%.
Tracoma
El tracoma es una infección de los ojos causado causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que se propaga principalmente debido a malas prácticas higiénicas a causa de la falta de suministro de agua adecuado y es la principal causa mundial de ceguera prevenible.
Es muy contagiosa y se transmite por contacto directo con una persona infectada con la bacteria o con objetos contaminados, como por ejemplo las toallas.
Hoy en día, unos 6 millones de personas sufren de ceguera provocada por el tracoma. Esta enfermedad se presenta en todo el mundo, pero tiene mayor frecuencia en zonas rurales de países en desarrollo.
La Organización Mundial de la Salud estima que unos 41 millones de personas en el mundo (la mayoría mujeres y niños) sufren de una infección activa de tracoma.
Se cree que el abastecimiento de agua pura podría reducir en un 25% las tasas de infección.
Fiebre tifoidea
La fiebre tifoidea es una infección bacteriana provocada por la ingestión de agua o alimentos contaminados por Salmonella typhi (bacilo de Eberth), o Salmonella paratyphi A, B o C.
Se caracteriza por fiebre alta constante (40 ºC), sudoración, gastroenteritis y diarrea. También puede aparecer un sarpullido de manchas aplanadas de color rosáceo. Tradicionalmente se divide en cuatro fases, durando cada una de ellas una semana aproximadamente.
La OMS la identifica como un problema serio de salud pública, con unos 22 millones de casos estimados en el mundo cada año, y causando 216.000 muertes.
Su incidencia es mayor en niños en edad escolar y adultos jóvenes. La enfermedad casi no existe en los países desarrollados, pero aún es frecuente en los países en desarrollo.
El único modo de ir reduciendo la incidencia de estas enfermedades es mejorar las conductas y hábitos higiénicos de las personas, proporcionándoles las necesidades más básicas: agua potable, servicios de lavado y baño, además de saneamiento. El agua limpia es un requisito fundamental para la reducción de enfermedades transmitidas por el agua. Sin estos requisitos mínimos, el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, sin duda aumentará.