Otro de los sistemas más utilizados que la Tecnología No Dig ha favorecido, al igual que la pocería sin obra, es el de la perforación horizontal dirigida. Una vez más, los avances científicos y técnicos permiten abordar importantes instalaciones subterráneas en condiciones adversas y con una mínima afección en el entorno donde se desarrolla la obra.
Veamos cómo.
Perforación horizontal dirigida
Este método de perforación se emplea, al igual que la pocería sin obra, para evitar la apertura de zanjas a cielo abierto en la instalación de líneas de comunicación, eléctricas y conducciones de agua y combustible a presión, de forma que se minimiza el movimiento de tierras.
La perforación horizontal dirigida permite, además, desarrollar dicha instalación sin afectar las condiciones del obstáculo (ríos, ferrocarriles, autopistas, núcleos urbanos) porque, a diferencia de las perforaciones verticales y horizontales usuales, puede ser guiada desde el origen hasta salvar los obstáculos mencionados.
La técnica se resuelve mediante una máquina que taladra el suelo progresivamente por la trayectoria prefijada de la instalación, a la vez que se realiza su orientación y seguimiento mediante un geolocalizador que va señalando su posición mientras transcurre la perforación hasta su afloramiento final en el otro extremo. Posteriormente, el conducto se agranda y se aloja la conducción.
Procedimiento
Las fases fundamentales de la perforación horizontal dirigida, una vez efectuado el diseño de la obra mediante un levantamiento topográfico y la ejecución de sondeos a lo largo de toda la traza, son:
- Perforación guía: Una máquina apropiada realiza la perforación que servirá de guía a la conducción definitiva, mediante un cabezal direccional y un varillaje especial a la vez que, simultáneamente, se va controlando desde superficie el progreso del cabezal, hasta el punto final del trazado con los métodos de detección adecuados.
- Recrecido y soldadura de la tubería: Una vez concluida la perforación guía, se comienza en sentido contrario la operación de recrecimiento, de forma que se agranda el hueco mediante otro taladro hasta alcanzar el diámetro de la tubería a instalar. Terminado el ensanchamiento, se prepara en longitud la totalidad de la conducción previamente soldada en todos y cada uno de sus tramos.
- Instalación final: Se acopla la tubería justo detrás del ensanchador y se va tirando de ella hasta que asoma por el origen de la perforación. Finalmente, se aseguran las bocas con los métodos apropiados.
Técnicas mixtas para instalaciones complejas
En instalaciones cuyo recorrido es de gran longitud, suelen alternarse técnicas No Dig junto a la tradicional apertura de zanja a cielo abierto, en función de los obstáculos que se van encontrando en el progreso de la instalación. Así ocurre, por ejemplo, con los oleoductos. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en el siguiente vídeo:
De la misma manera, en Pocería sin Zanja alternamos los trabajos de pocería tradicional con los sistemas más avanzados de pocería sin obra en función de la ubicación y la magnitud del problema.Contacta con nosotros y elegiremos la solución mas adecuada.