Ciudades y obras
Las obras en las ciudades son inevitables. Su continúa expansión demográfica, la necesidad de instalar nuevos servicios para la población recién asentada, la renovación de las tuberías más antiguas ya existentes así como las actividades periódicas de mantenimiento y reparación de averías puntuales de la red municipal completa, son cuestiones que hay que afrontar inevitablemente si se quieren evitar otros problemas más graves de desabastecimiento o salud pública.
Lo que no debe ser inevitable es el conjunto de molestias que acarrean y la autoridad municipal debe velar porque dichas obras se realicen de acuerdo a una normativa que fije las condiciones de duración, forma y ubicación de las mismas de manera que se eviten, en los posible, cualquier alteración de la normal actividad y tranquilidad de los ciudadanos.
Estamos hablando de la reparación de tuberías sin obras.
Las molestias
Las normativas municipales de muchas poblaciones españolas contemplan y fomentan la aplicación de técnicas que posibilitan el desarrollo de instalaciones nuevas o la rehabilitación y mantenimiento de las que ya están establecidas sin que sea necesario realizar zanjas a cielo abierto, sino solamente pequeños pozos de acceso a la red.
Para ello, se prescriben unas condiciones más exigentes en relación a minimizar las molestias en los siguientes aspectos:
- Exigencias informativas, en cuanto a la colocación de carteles y señalizaciones que acoten la zona y sus accesos provisionales, duración prevista del proyecto, etc.
- Exigencias en materia medioambiental en cuanto a la deposición de materiales de construcción a granel (arenas, gravas, etc.) en la vía pública.
- Exigencias de seguridad, además de las que contempla la legislación laboral correspondientes, relativas a la colocación de pasos provisionales adecuados por encima de los desniveles existentes, señalización lumínica de obstáculos, etc.
Reparación de tuberías sin obras
El conjunto de técnicas que agrupa la reparación de tuberías sin obras dirigidas tanto a la instalación como a la rehabilitación de canalizaciones consiguen en el desarrollo de sus actuaciones:
- Minimizar las molestias de vecinos y transeúntes al reducir en superficie tanto la zona de obra como los ruidos e interferencias de tránsito generados por la misma.
- Aumentar la seguridad de operarios como de viandantes al reducir el riesgo de caída o derrumbe inherente a toda excavación a cielo abierto.
- Reducir las emisiones sonoras y de materiales a la atmósfera al efectuar un menor movimiento de tierras y materiales.
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